Introducción
En la ciudad de Madrid, el
Ayuntamiento de Madrid con la Estrategia de localización de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 ha realizado el proceso de adaptación o
particularización de la agenda global a las características y circunstancias de
cada territorio y nivel de gobierno (entre ellos el municipal), cada uno de los
cuales debe alinear sus políticas y hacer esfuerzos para contribuir desde su
ámbito territorial y competencial a esta agenda internacional. Se cuenta con una
Estrategia de los ODS completa, actualizada y formalmente aprobada.
Desarrollo y gobernanza de la Estrategia de los ODS en la ciudad de Madrid
La Estrategia de localización de los
ODS en la ciudad de Madrid se ha desarrollado a través de un sistema de
gobernanza que cubren no solo la elaboración de la Estrategia sino también su
posterior seguimiento y evaluación. La Estrategia de los ODS se ha desarrollado
desde su inicio de forma coordinada con la elaboración del Programa Operativo
de Gobierno de la ciudad de Madrid.
Contenido e indicadores de la Estrategia de los ODS de Madrid
La Estrategia cubre un total de 16 de
los 17 ODS (todos menos el ODS 14 sobre vida submarina, océanos y mares) e
incluye 104 metas locales relacionadas con seis políticas palanca para la
ciudad:
1. Instituciones eficientes y
transparentes.
2. Neutralidad climática, movilidad y
calidad del aire.
3. Ciudad verde, consumo responsable y
economía circular.
4. Protección social e igualdad.
5. Ciudad para disfrutar.
6. Innovación y economía inclusiva y
sostenible.
La Estrategia se ha dotado de un sistema de 160 indicadores para la cuantificación, seguimiento y evaluación de las 104 metas locales. Cada meta tiene uno o más indicadores, y para cada uno de esos indicadores se proporciona el valor base o valor de partida para el año 2015, o en su defecto el año más próximo con información disponible, y el valor objetivo que se busca alcanzar para el año 2030, o en su defecto la tendencia perseguida. La identificación y selección de los indicadores no solo ha partido de indicadores disponibles y definidos por distintas planificaciones estratégicas municipales, sino que han sido incorporados en la medida en que su adecuación y relevancia permitan realizar el seguimiento de los efectos desde una perspectiva multidimensional. Además, se ha analizado la coherencia interna de estos indicadores y su disponibilidad en cuanto a periodicidad y establecimiento de valores base. Todo ello ha permitido el establecimiento de ese sistema de 160 indicadores capaz de dar cuenta de los avances en la consecución de las metas establecidas. Cada indicador incorpora una ficha de información que identifica los valores base y objetivo, la fuente de información, la forma de cálculo y la unidad del Ayuntamiento responsable del suministro del dato, entre otros aspectos.
Conclusiones
La Estrategia de localización de los ODS de la Agenda 2030 en la ciudad de Madrid constituye, en conjunto, una visión integrada de las principales transformaciones y avances a realizar en la ciudad en la próxima década. Es una estrategia de estrategias que recoge cómo se quiere que sea Madrid y que expresa cómo contribuye la ciudad a la consecución de los objetivos globales de la Agenda 2030.
La elaboración de un documento estratégico de estas características para la ciudad de Madrid ha supuesto un gran reto de armonización de un amplio abanico de líneas de actuación y planes municipales, generando un complejo sistema de seguimiento basado en una amplia batería de metas e indicadores a largo plazo.
En una estrategia ODS la cuantificación y los indicadores son, desde luego, fundamentales. Es indispensable contar, para cada meta específica, con indicadores sólidos, fiables y estables, lo que se ha concretado, en el ámbito de la ciudad de Madrid, con un conjunto de 160 indicadores.
Es esta cuantificación la que permite, primero, dotar de concreción a la estrategia y, segundo, hacerla medible y permitir que pueda realmente evaluarse y que se pueda realizar un seguimiento de manera objetiva de los progresos hacia las metas establecidas.
La elaboración y aprobación de una estrategia ODS es un hito clave, pero en ningún caso es un punto final; debe ir acompañada de las políticas públicas necesarias para desarrollarla, y debe, además, contar con mecanismos sólidos de seguimiento, de evaluación y de actualización. Son precisamente estos 160 indicadores los que van a permitir dar seguimiento y evaluar los progresos hacia las metas establecidas en la ciudad de Madrid, a través de informes anuales de seguimiento y otros instrumentos que apoyen además la actualización, enriquecimiento y comunicación de la Estrategia, tanto entre la ciudadanía de Madrid como en el ámbito internacional.
Reflexión
- Transparencia y rendición de
cuentas
Al adoptar un sistema de indicadores alineado con los ODS, el Ayuntamiento de Madrid promueve una mayor transparencia. La ciudadanía puede conocer no solo qué acciones se están llevando a cabo, sino también qué resultados se están obteniendo. Esto fortalece la rendición de cuentas y favorece la participación ciudadana informada.
- Adaptación local de objetivos
globales
La implementación de indicadores a nivel municipal supone el desafío de adaptar metas globales a realidades locales. Madrid ha buscado traducir los ODS en objetivos específicos, medibles y relevantes para su contexto urbano, lo que permite priorizar áreas clave como la movilidad sostenible, la reducción de desigualdades, la vivienda asequible o la lucha contra el cambio climático.
- Desigualdades territoriales y
seguimiento desagregado
Uno de los grandes aportes de este sistema es la posibilidad de hacer un seguimiento desagregado por distritos o barrios, lo cual permite detectar brechas y desigualdades dentro de la ciudad. Este enfoque es fundamental para no dejar a nadie atrás, como plantea la Agenda 2030.
En resumen, el sistema de indicadores ODS del Ayuntamiento de Madrid es una
herramienta valiosa para el seguimiento y la mejora de las políticas públicas.
Su éxito dependerá de la voluntad política para usar estos datos como guía para
la acción, y de la capacidad institucional para mantenerlos actualizados y
útiles.